日曜日, 3月 04, 0019

LA LUNA ROJA


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LUNA ROJA



Un eclipse lunar es una indicación de cambios.

Visto desde la tierra, la luna parece pasar de llena a oscura y nuevamente a llena; como si un ciclo lunar completo se desarrollara en cuestión de minutos. Cambio. Simbólicamente, un eclipse nos permite ver la sombra, el aspecto de nosotros mismos que despreciamos, para que podamos aceptarlo, aprender de él e integrarlo. El efecto de un eclipse de Luna puede durar semanas después de su aparición.


Los chamanes de las culturas tribales saben que la energía de un eclipse también facilita la apertura de portales interdimensionales.


Un eclipse lunar es un momento en el que somos capaces de ver la pureza de nuestra esencia, que yace debajo de nuestros temores subconscientes. Es una ocasión para acceder a las partes más profundas del inconsciente a fin de que cualquier pena, dolor, sufrimiento o pérdida pueda salir a la superficie y ser sanada. Al hacerlo, seremos más capaces de abrir nuestro corazón al amor y a la ayuda que nos ofrecen el Universo y el Gran Espíritu. Es una ocasión para que podamos superar las creencias y descubrir emocionalmente la verdad acerca de nosotros mismos. De esta manera, nuestra fe se verá restaurada, la fe no sólo en un Poder Superior sino en nosotros mismos. Volverá a fluir la fe y la confianza en que merecemos vivir llenos de amor, alegría, prosperidad y paz.


Según los astrónomos, la luna se encontrará en Leo (Padre) a la hora del eclipse.

Según los astrólogos (calendario lunar), se hallará en Virgo (Madre).

El eclipse transcurre entre el día 3 y el día 4 (en tiempo universal, GMT)

y teniendo en cuenta que los números masculinos o yang

son los números impares 1, 3, 5, 7, 9;

y los números femeninos o yin

son los números pares 2, 4, 6,

Se vuelve a manifestar esa unión sagrada entre lo masculino (sol-padre)

y lo femenino (luna-madre),

a través de ese hijo/a que nace el 3

y se muestra en la Tierra el día 4

(curiosamente, el 4 es un número de tierra).

Por tanto, el simbolismo principal de este eclipse es el NACIMIENTO a nivel interno,

de nuevas maneras de interpretar la vida,

la magia, etc;

a nivel externo, de nuevos proyectos, solicitar un embarazo, etc.


Pero para ello, para que esa maravillosa energía que nace se integre en nosotros, es muy importante realizar durante el sábado (día del rayo violeta) un trabajo interno y externo de transmutación.


un eclipse: Mercurio (planeta regente de Virgo y único planeta que no tiene una connotación masculina ni femenina, que es completamente neutral)

se haya retrógrado en Piscis hasta el 8 de marzo.

Con Mercurio retrógrado desde el 17 de febrero,

cosas que hemos perdido o respuestas largamente buscadas son encontradas finalmente.

Las personas de nuestro pasado o situaciones que están inconclusas tienden a reaparecer dándonos la oportunidad de retomarlas y buscar una nueva solución.

También es un buen momento para que seas tú el que se reconecte con el pasado y se comunique con aquellas personas que hace mucho no se ve y no se sabe de ellas.

A nivel interno, hay tendencia a divagar, y al retrogradar este astro, podemos recrear las cosas que ocurren, cargándolas de tanta subjetividad que nos inventamos nuestro propio mundo y nos volvemos autistas, aislados de la realidad.

Por tanto, cuando mercurio está retrogrado, falta claridad mental hay frenos en las decisiones justamente por esa falta de claridad y el eclipse lo que hace es que toda esa oscuridad se haga visible, por eso será muy importante y, una vez finalizado, se verá con mayor claridad y también se verán manifestar los deseos.

Ya, para rizar el rizo, comentaros que el día 3 de marzo, según los mayas,

será luna cósmica roja, en la onda encantada de la Tierra

(curiosamente, la luna se tornará roja durante el eclipse)

purificación a través de la presencia.


recordad lo que dicen los tibetanos.

Los efectos kármicos se multiplican por 7 millones en los eclipses lunares.

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